Durante estos cuarenta años, el colegio ha debido probarse en múltiples campos y ha sabido salir exitoso de la mayoría de ellos. Siempre que ha habido un trabajo de estrecha colaboración, entre profesores y familias, hemos observado que han habido cambios favorables en la conducta de los alumnos.

El “currículum centrado en la persona” no puede ser ajeno a situaciones que agreden a la integridad física, moral o espiritual de los niños, de allí que hayan emergido durante nuestra historia, múltiples iniciativas, entre las cuales debemos mencionar:

a) Los grupos de encuentro, que semanalmente ofrecen al estudiante,  la posibilidad de mostrarse ante sus compañeros con transparencia y desarrollar una sensibilidad emocional que le permiten sus años.

b) Las jornadas de desarrollo personal, organizadas por los departamentos de orientación y psicología, desde 4º básico a 4º medio, y que ofrecen a los alumnos la posibilidad de profundizar y aclarar dudas, respecto de su autoestima, sus conflictos interpersonales y sus motivaciones más profundas.

c) El colegio, asume que cuarenta años de vida implican un cambio en los estilos de ser de las nuevas generaciones. No los tememos. Siempre ha sido así. Lo grave sería, caer en el error de pensar que nuestra forma de ser pedagógica debería cambiar su esencia. Este colegio, nunca ha sido reformado, porque nunca ha sido deformado.

d)Todos los seres humanos vivimos procesos de cambio y ninguno de nosotros es igual que hace cuarenta años atrás. Hemos debido sobrellevar crisis, alegrías y pesares, personales y nacionales, pero seguimos adelante. Lo mismo ocurre con nuestros alumnos, la creatividad de las nuevas generaciones suele sorprender, pero mientras haya transparencia, confianza, liderazgo y guía, nuestros alumnos no estarán solos y sabrán qué deben hacer, qué deben evitar, qué deben temer, tanto cuanto irán descubriendo que el orden, la verdad, el respeto y una limpia conciencia, son necesidades del alma.

e)El colegio se hace deudor no sólo de lecciones de libros, sino de las decisiones que los alumnos deben hacer en lo íntimo de cada cual y en la relación confiada entre iguales, de cara a sus familias y también a la sociedad.

• Nuestros inicios.

Nuestro Fundador, Sr. Eric Troncoso Mejía, es profesor de inglés, orientador y ex docente de la Cátedra de Orientación Educacional y Vocacional en la Facultad de Educación de la Universidad de Chile. Discípulo directo del creador del Enfoque Centrado en la Persona, el distinguido psicólogo norteamericano Carl R. Rogers, mantuvo con él una extensa comunicación epistolar y fue el mismo Rogers quien, a mediados de la década de los setenta, lo alentó e inspiró a fundar nuestro colegio.

De esta manera, trajo a Chile una nueva concepción de la educación, difundiéndola en sus cátedras a los futuros profesores y orientadores de la Universidad de Chile y formando y capacitando, durante más de 30 años, a los docentes de nuestro colegio. Además de cultivar la reflexión pedagógica y la docencia en todos sus niveles.

Junto a la vicerectora son autores del libro fundacional del colegio, “Currículum centrado en la persona. El milagro de creer en las capacidades del niño”. Esta obra es un gran aporte a la educación chilena, puesto que entrega los fundamentos teóricos de nuestro currículum y una forma práctica para hacerlo realidad dentro de los marcos de exigencia del Ministerio de Educación.

• Nuestra Fundadora:Sra. Ana Repetto Masini , profesora de Biología y Química. Magister en Salud Pública de la Universidad de Chile y Magister en Educación de la Universidad Católica de Chile. Ex docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, en la Cátedra de Salud Pública.

Eric Troncoso Mejía, Ana Repetto Massini.