FASE EXPLORATORIA

Es el proceso de indagación mediante la experiencia, es decir de acercarnos a evidenciar de manera concreta el foco de nuestro interés. Proponemos visitas a lugares, trabajos en laboratorio y revisiones bibliográficas de un fenómeno a ser estudiado.

La exploratoria pretende que el alumno active su potencial y se vea a sí mismo como un descubridor. Esta fase se caracteriza por  desarrollar en el alumno las condiciones de confianza para definir qué aspectos de la experiencia han sido, para él o ella, personalmente más atractivos, desafiantes o que intrigan más notoriamente su curiosidad.

FASE COMPRENSIVA
Se caracteriza por la opción a verbalizar todas las inquietudes, interrogantes y dudas respecto del fenómeno en estudio. El profesor crea, en esta fase, las condiciones para que el alumno se sienta cómodo preguntando y lo haga confiando en sus propias capacidades.
Se generan instancias para que  el niño,  desde su propia experiencia e inquietud plantee sus interrogantes: ¿Qué es? ¿Por qué es así?, o bien cuando sus cuestionamientos son más  elaborados y profundos busque la ayuda de su profesor para poder enunciarlo. El profesor entusiasma, aceptando en sus alumnos los procesos de indagar o cuestionar creativamente y establecer relaciones que lo lleven a la formulación de hipótesis.
El alumno valora su pregunta como la opción que le permitirá aprender significativamente, se entusiasma con investigar como un proceso de desafío y de juego, disfrutando el compromiso de aprender.

FASE DE CONTRATO
Esta fase se caracteriza porque el alumno delimita el problema, lo reconoce como propio y acepta las exigencias que derivan de él, investigándolo responsablemente.

Los contratos de autoaprendizaje son convenios consensuales, entre los intereses de tres o cuatro alumnos, a través de los cuales, las partes contratantes pactan y se obligan, en presencia del profesor facilitador, a realizar un determinado trabajo escolar con el fin de dar forma satisfactoria a un proyecto que compromete la voluntad y la inteligencia.

Los contratos de aprendizaje tienen un indudable valor ético y son estimados, no sólo en su proyección cognitiva, sino en su indudable dimensión formativa. Una vez aclarados los temas de interés de los alumnos, se toman las decisiones y se distribuyen las responsabilidades personales y comunitarias que se asumirán y se ejercerán.

FASE DE COMUNICACIÓN
Es la fase en que los alumnos comunican sus aprendizajes al grupo curso, como un modo de crecer y hacer crecer con lo que se ha aprendido a otros.

En esta etapa los alumnos presentan su trabajo a una audiencia, dando los resultados de su investigación y muestran el aprendizaje logrado  en el desarrollo de su quehacer investigativo. Todos los alumnos del equipo están disponibles para contestar preguntas con autoridad y sencillez al público presente.

FASE DE DESTREZAS ESPECÍFICAS
Esta etapa es el momento en que el profesor cuenta con un grupo de alumnos que han explorado, investigado y comunicado los aprendizajes logrados en las fases anteriores. Es el profesor quien,  en su rol  de facilitador del proceso, los ayuda a profundizar habilidades y destrezas asociadas a los contenidos estudiados.

Se ordenan las investigaciones dentro del flujo curricular propuesto por el Ministerio de Educación y se realiza el desarrollo de habilidades y destrezas propuestas por los programas de estudio. Es el momento de mostrar el dominio de aprendizaje a través de herramientas tales como  test, pruebas de desarrollo, manejo del lenguaje y evaluación de lo aprendido en las unidades.

FASE DE AUTO-EVALUACIÓN Y CO-EVALUACIÓN:
Etapa en que el alumno dimensiona sus propios aprendizajes, discrimina entre aspiraciones y logros reales, gestando en sí una conciencia de evaluación, co-evaluación y auto-evaluación honesta.

Nuestro currículo promueve un aprendizaje participativo, en el que la persona que aprende juega un rol importante, ya que tiene la posibilidad de evaluarse.
Aprender en el enfoque centrado en la persona es satisfacer una interrogante, solucionar un conflicto o un dilema con plena conciencia de lo aprendido, por lo que no depende solo de una calificación, sino que también del desarrollo de su propia madurez.

Al hablar de evaluación centrada en la persona no dejamos de lado el rigor del aprendizaje, sino que aludimos a la capacidad que tiene cada alumno para generar decisiones y compromisos que lo representen, ingresando así a la responsabilidad de aprender tanto lo fácil como lo complejo.